domingo, 17 de marzo de 2013

Ya no queda nada.

Tras toda la fachada que poseemos, que cuidamos, que mantenemos, esta fachada que nos enamora. La cual miramos todos los días y nos quedamos encandilados como cuando Narciso vio su reflejo en el agua y no pudo resistirse a abrazarla, llevándole esto a su propia muerte. A esta sociedad le ocurre lo mismo. Solo el exterior es lo que interesa, dejando de lado el interior. 
Nos quejamos constantemente de este problema, y lo peor es que no se esmeran por cuidar la mente, lo que te da el poder de ser un ser racional, esta gran virtud se pierde. Es triste.  
Si estas leyendo esta entrada, te pido que te cultives intelectualmente, merece la pena, cuando llegue el momento lo agradecerás. 

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